Si se trata de resistir, Roberto Merhi sabe cómo hacerlo. Y en poco menos de dos semanas se le presenta un nuevo reto, uno de los más deseados y soñados por los pilotos de automovilismo: correr las 24 Horas de Le Mans. La mítica prueba de resistencia es la próxima prueba que el castellonense tiene marcado en rojo en el calendario. ¡Y no es una cita cualquiera! ¡No! Es una de las tres joyas de la corona automovilística junto al Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 -que ya disputó en 2015- y las 500 Millas de Indianápolis.
Su participación en Le Mans ha surgido de improvisto, de ésa forma en la que llegan las posibilidades que pueden marcar un futuro prometedor. De eso no hay duda. Ésta es una oportunidad para demostrar su valía como piloto, su aguante en las pruebas de resistencia y el rodaje adquirido en sus primeros meses como piloto oficial de Manor en el Mundial de Resistencia (WEC). Precisamente será con el conjunto británico con quién dará el salto a la prestigiosa prueba compartiendo equipo con Matt Rao y Tor Graves.
La llegada de Merhi a la formación se ha visto claramente beneficiada por la salida de Will Stevens, quién fue su compañero en la F1 el año anterior. El británico no se perderá las 24 h de Le Mans sino que participará con la formación Jota-run G-Drive y se convertirá, nuevamente, en rival del de Benicàssim. Sea como sea, lo que sí tiene asegurado es la adrenalina, el prestigio y la realización de un sueño que pasa por pisar pista francesa, enfundarse el mono y pilotar en turnos para completar las 24H de Le Mans.
Merhi llegará a la prueba en buena forma y con un resultado positivo a sus espaldas. Hace apenas un mes él y sus compañeros se auparon al tercer escalón del podio en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, segunda prueba del WEC. Con todavía el sabor del champán en la boca, el de Castellón cuenta las horas para vivir la jornada cronometrada más esperada de su carrera.