Poco a poco, paso a paso, el sueño de muchos aficionados a la Fórmula 1 se va cumpliendo. Y no es otro que volver a ver el apellido Schumacher en el Gran Circo. Un deseo que se antoja próximo y, nada más lejos, se espera ya en unos días. Justo cuando Mick Schumacher, hijo del heptacampeón, dispute los entrenamientos posteriores al Gran Premio de Bahréin. Schumacher participará en los dos días de test y lo hará subiéndose a dos monoplazas diferentes: al Ferrari el primer día, y al Alfa Romeo al día siguiente.
Aunque él se muestra cauto y consciente de que es una primera toma de contacto, los fans no esconden su emoción. Nostalgia, alegría, expectativa, nervios… No es solo un test, se trata de la vuelta del apellido Schumacher a la F1. Del regreso del apellido más laureado de la categoría. De volver a ver ‘Schumacher’ en el flanco de un F1. Del retorno de un recuerdo. El de su padre, su figura, su pilotaje y tenacidad. Características innatas en Mick que le asemejan aún más a Michael: templanza, seriedad, trabajador, interesado por la técnica. De tal palo tal astilla, que dirían…
Mick Schumacher, camino a la F1
La carrera de Mick Schumacher sigue los pasos de crecimiento y avance que todo piloto con aspiraciones se marca. Carrera a carrera y categoría tras categoría, el joven alemán no se salta ningún escalón de la pirámide y se rige por la vía del aprendizaje. Esta temporada debuta en la Fórmula 2, la antesala de la F1 después de proclamarse campeón de la Fórmula 3. Además, a principios de año fichó por la Ferrari Driver Academy, la Academia de Jóvenes Pilotos de Il Cavallino Rampante, trampolín que le acercará aún más -si es que lo necesita- a la Fórmula 1.
Él, ajeno a su apellido, solo se centra en pilotar, competir y demostrar su valía. Si bien es cierto que ser ‘un Schumacher’ le pronostica un debut próximo en la Fórmula 1, Mick quiere ganarse el puesto por sus capacidades. Y lo sabe desde bien pequeño cuando, en sus primeros años de Karting, competía bajo el apellido materno para pasar desapercibido. Ahora su talento está al nivel de su apellido y no se esconde. Es ‘un Schumacher’ y apunta alto.