Cuando se confirmó el binomio McLaren-Honda, todos pensamos en los exitosos años ochenta y noventa. De 1988 a 1992, la colaboración entre británicos y japoneses arrasó: ocho títulos mundiales y 44 victorias en cinco temporadas. Aunque dicen que segundas partes no son buenas, la nueva relación entre escudería y motorista llenó de optimismo a los aficionados de la Fórmula 1, especialmente a los seguidores de McLaren.

Fueron días de alegría, de positivismo y de recuerdo al glorioso pasado de las dos marcas. Pero hoy este sentimiento ha cambiado. Hoy se respira negatividad, nervios e impaciencia en Woking y en las casas de los aficionados al Gran Circo. ¡Por no mencionar a los seguidores de Fernando Alonso y Jenson Button!

Es cierto que los británicos no están para muchos festejos esta temporada -¡por no hablar de los japoneses!- pero, como llevan diciendo desde la pretemporada, hay que tener paciencia. Esperar y esperar es lo que les queda a los seguidores de la escudería, de Alonso y Button. Esperar a que acabe este año y que en 2016 la situación les sea más favorable. O al menos, a que lleguen circuitos que se ajusten mejor a las características del MP4-30 como el próximo Gran Premio de Singapur.

De momento, las alegrías del equipo se han reducido a puntuar. ¡Cómo celebraron el primer punto de Alonso en Silverstone! ¡Cómo si se tratara de una victoria! En cierto modo, así lo fue. Tras ocho Grandes Premios nefastos -a excepción de Mónaco-, el de Gran Bretaña sonrió al asturiano. ¡Y qué mejor lugar que en ‘casa’ de McLaren! Ahora con la vista puesta en el Marina Bay, las esperanzas florecen de nuevo.

Trazado urbano, igualdad de rendimiento entre monoplazas y curvas lentas. Características que hacen que, a priori, se espere un mejor rendimiento del MP4-30 como ya lo mostró en otros circuitos de estilo similar como Montecarlo y Hungaroring.  Y así lo afirma también Alonso en el previo de McLaren: «Será interesante ver cómo responde nuestro coche a una puesta a punto de alta carga aerodinámica y espero que podamos tener un fin de semana más positivo«.

Escudería y pilotos esperan brillar en la noche de Singapur. Un escenario único en el calendario, lleno de luces, glamour y expectación ante una carrera siempre emocionante. Si el espectáculo, la fiabilidad y la suerte no sonríe a McLaren, entonces sí que deberán hablar de 2016. El que será su segundo año con Honda y el que se espera sea el Mundial de su renacer. O eso dicen…

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