
La Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión ha otorgrado los premios BAFTA a las mejores producciones audiovisuales. En la gala celebrada en la Royal Opera House de Londres, la película ‘Senna’ ganó los galardones a Mejor Documental y Mejor Montaje. Junto a la distinción del público al mejor documental en el reconocido Festival de Sundance, la carrera del tricampeón de Fórmula 1 se ha convertido en uno de los filmes más importantes del pasado año.

‘Senna’ está dirigida por Asif Kapadia. El director británico, ganador del BAFTA a la Mejor Película Británica por ‘The Warrior’, narra los diez años del brasileño en la F1 con imágenes de archivo, sin actuales intervenciones o apariciones en pantalla. Kapadia se sirve únicamente de las grabaciones de los Grandes Premios, entrevistas de la época, programas de televisión y, especialmente, de vídeos caseros y familiares para contar la trayectoria del de Sao Paulo en el Gran Circo. Gracias a la colaboración y apoyo de la familia Senna, el documental muestra al Ayrton más íntimo. Los fotogramas recogen los momentos vacacionales, de relajación y descanso de uno de los mejores pilotos de la historia del automovilismo.
Basada en el guión ya escrito de la vida del tricampeón, Kapadia hace uso de la emotividad, sensibilidad y conocimiento del espectador para narrar los diez años del piloto brasileño al volante de un Fórmula 1. Su competitividad a los mandos de un monoplaza, su enemistad y rivalidad con Alain Prost, sus triunfos, la relación con Ron Dennis (jefe de equipo en su etapa en McLaren), sus vínculos familiares, la constancia con la que defendía sus ideales y el cariño de los aficionados brasileños son los pilares fundamentales de esta obra.

Senna debutó en la Fórmula 1 en el Gran Premio de Brasil de 1984 junto a la modesta escudería Toleman. A pesar de sus inicios en la máxima competición, el documental empieza con la acción del Campeonato del Mundo de Karting y un joven Ayrton que hacía poco había aterrizado en Europa para perseguir su sueño de convertirse en uno de los mejores pilotos de la historia. Las mismas imágenes y época que sirven para adentrarnos en la vida del de Sao Paulo son las mismas que concluyen el documental: en los últimos minutos del filme; el brasileño recuerda sus años en los karts, competición que aseguraba ‘ser conducción pura, no había ni política ni dinero de por medio’. Empezar y finalizar la cinta con imágenes de la misma categoría genera una historia circular con el objetivo de recordar que la historia y leyenda de Senna no acabó el 1 de Mayo de 1994.
Gran parte del documental se centra en la rivalidad entre Prost y Senna. Compañeros de equipo en McLaren durante dos temporadas (1988-1989), el francés y el brasileño llegaron a tal grado de enemistad que ‘El Profesor’ decidió abandonar la escudería británica por discrepancias con el de Sao Paulo y Ron Dennis. En un intento de narrar la relación entre los dos compañeros y rivales, el documental puede llegar a crear una imagen distorsionada de la realidad: Senna siempre es la víctima del verdugo Prost. Aunque la rivalidad entre los dos pilotos generó una alta expectación y crecimiento de la audiencia que seguía la Fórmula 1, el filme peca de ‘Sennista’ a la hora de magnificar la leyenda del brasileño. Al estilo narrativo de Hollywood, el documental parece mantener la idea de ‘protagonista y antagonista’ a través de las figuras de Senna y Prost respectivamente.

Otro de los hechos que queda confirmado en el filme es el cariño que Brasil tenía por uno de sus ciudadanos más ilustre. En unos complicados años políticos y sociales, el país carioca sonreía cada domingo gracias a las victorias de Senna. Los brasileños le adoraban. Sus triunfos eran un impulso de optimismo y desconexión para sus compatriotas que, sufriendo penurias, salían a la calle a festejar los logros del de Sao Paulo. En el Gran Premio de Brasil de 1991, la ‘torçida’ llenó las gradas de Interlagos y animó sin descanso al piloto nacional. Tras lograr la victoria, los brasileños corearon animados cánticos en favor de su máxima estrella del automovilismo. Sin embargo, en un par de años los aficionados pasaron de la alegría al llanto. Como había sucedido en los mejores momentos de su trayectoria, la ‘torçida’ salió a las calles a despedir, entre lágrimas y sollozos, a su ídolo, aquél que les había devuelto la sonrisa y felicidad en los malos momentos.
Con un final que, desgraciadamente, todos los espectadores conocen, el documental enceta la última parte centrándose en los accidentes del Gran Premio de San Marino de 1994 y anteriores al de Senna. El fuerte choque de Rubens Barrichello, sin lesiones graves, y la muerte de Roland Ratzenberger presagian el destino final del por entonces piloto de Williams. Los últimos metros del brasileño al volante del FW13 se hacen largos, demasiado largos. La música y las voces en off desaparecen para dejar paso al sonido del motor Renault del monoplaza hasta el momento del fatal impacto.

Más allá de la trayectoria en la F1 del tricampeón, el filme ejerce de amplia fuente documental para todos aquellos que no pudieron vivir o no recuerdan cómo era la competición a finales de los 80 y principios de los 90. Gracias a las grabaciones de la Formula One Management (FOM), las retransmisiones de las carreras y las entrevistas a Senna a lo largo de los Grandes Premios, nuestra mente viaja a una de las épocas doradas de la categoría. A destacar, la multitud de cámaras on board que permiten ver la acción y lucha entre monoplazas desde la visión subjetiva, y las reuniones de los pilotos con los responsables de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) antes de las pruebas. Las filmaciones de los briefings muestran la tensión, discusión y debate que, en más de una ocasión, se produjo entre el brasileño y el presidente del órgano federativo, Jean-Marie Balestre. Actualmente, es casi impensable que las grabaciones en las reuniones de pilotos salgan a la luz. Una señal de la ‘transparencia’ y transcendencia informativa de la Fórmula 1 respecto a los medios de comunicación y a sus aficionados en los 80-90.

Ya sea como aficionado o curioso por saber quién era ese Senna del que tanto se habla, el documental traslada al espectador a una de las mejores épocas de la Fórmula 1. Coronado tres veces campeón del mundo, el brasileño marcó un antes y un después en la historia de la competición. Considerado el ídolo entre la mayoría de los pilotos actuales de la parrilla, Ayrton sigue vivo en el corazón de todos aquellos que aman el automovilismo.